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Capítulo 3

D. La sentencia del juicio que hace a Judá en Jerusalén.

1. Sentencia sobre la provisión y las personas.

a. 3:1  En consecuencia sucederá: El Señor Jehová de los ejércitos quita de Jerusalén y de Judá al sustentador. Y al fuerte. Todo sustento de pan y todo socorro de agua.

b. 3:2  El valiente y el hombre de guerra. El juez y el profeta. El adivino y el anciano.

c. 3:3  El capitán de cincuenta y el hombre de respeto. El consejero, el artífice excelente y el hábil orador.

“Por todos los hechos cometidos por Judá en Jerusalén, desde la época de los reyes, no solo eran culpables de los  desaciertos cometidos por Judá, sino que también, Dios le había determinado la pena de los delitos cometidos hacia Dios y su nombre Santo, no solo por haber profanado su templo. Si no porque se hicieron ellos mismos daños en su condición de ser hechos a su imagen. Y a través del profeta Isaías le determina una sentencia. Les anuncia desde el reinado de Uzías. Uzías que procede de las generaciones de Joram. Joram hijo de Josafat, quién mato a sus hermanos. Dios les anuncia su sentencia, por los delitos cometidos. Entre ellos está el hecho de la consecuencia de sus delitos. Será quitado de ellos el sustento de pan y agua. Para todos los habitantes de Judá, ya sea hombre valeroso, de oficio, de guerra, profeta o anciano. Sucediendo este hecho años después. Cuando fueron en cautiverio, deportados a Babilonia”.

2. Sentencia sobre sus gobernantes.

a. 3:4 Les pondré jóvenes por príncipes, y muchachos serán sus señores.

b. 3:5 El pueblo hará violencia unos a otros, cada cual contra su vecino. El joven se levantará contra el anciano, y el villano contra el noble.

c. 3:6  Cuando alguno agarrara de la mano a su hermano, de la familia de su padre, y le dijere: Tú tienes vestido, tú serás nuestro príncipe, y agarra en tus manos esta ruina.

d. 3:7  Él jurará aquel día, diciendo: No aceptaré ese cargo; porque en mi casa ni hay pan, ni qué vestir. No me hagas príncipe del pueblo.

e. 3:8  Porque arruinada está Jerusalén, y Judá se ha desplomado. Por la lengua de ellos y sus obras. Esta ha sido contra Jehová. Para irritar los ojos de su majestad suprema.

“Por otro lado, la sentencia inmediata, con respecto a sus gobernantes. Ya que estos, en ese tiempo, fueron gobernados por personas no adultas, sino por niños. Esto conlleva a que en su inexperiencia, se produzca violencia de unos a otros, y cada uno contra el otro. Para que su gobierno en medio de sus ciudades. Haga que se arruinen en todos los sentidos. Ellos lo consentirán, no solo porque no están capacitados. Si no porque no tienen experiencia de cómo se maneja todo en la producción de los alimentos. Para el sustento de la población. Por no tener sustento, le dirán que su situación es por haber dejado a Jehová. Tal caso sucedió con los reyes de la descendencia del rey Ezequías, en adelante. En sus gobiernos Dios ejecuta la sentencia, que esta profecía les advierte”.

E. El juicio de Dios.

1. El justo Juicio de Dios.

a. 3:9  La apariencia de sus rostros testificará contra ellos. Porque como Sodoma publican su pecado, no lo disimulan. ¡Ay del alma de ellos! Porque acumularon mal, para ellos mismos.

b. 3:10  Digan al justo que le irá bien. Porque comerá de los frutos de sus manos.

c. 3:11  ¡Ay del impío! Porque le irá mal. Será pagado, según las obras de sus manos.

d. 3:12  Los opresores de mi pueblo son muchachos, y las mujeres lo dominan. Pueblo mío, los que te guían te engañan, y tuercen la dirección de tus caminos.

e. 3:13  Jehová está en pie para litigar. Y está para juzgar a los pueblos.

f. 3:14  Jehová hará juicio contra los ancianos de su pueblo. Y contra sus príncipes. Porque han consumido su viña, y el botín del pobre está en sus casas.

g. 3:15  ¿Qué piensan ustedes que matan a mi pueblo? ¿Y oprimen las caras de los pobres? Dice el Señor, Jehová de los ejércitos.

“Dios, después de su sentencia, les dice, que esto no queda así, él hará un juicio justo. El juicio será contra los ancianos, y sus príncipes. Porque ellos no han tenido control de su pueblo, hasta el punto de que se han disminuido el número de ellos. Han enseñado mal el camino de Dios, torciéndolo, guiando mal a su pueblo. No han conservado sus viñas, aportándoles beneficios para producir. Si no oprimen al pobre con sus imposiciones, consumiendo de sus viñas y quitándoles aun lo que tienen”.

2. Juicio contra las hijas de Sion.

a. 3:16  Asimismo dice Jehová: Por cuanto las hijas de Sión, se enorgullecen. Andan con cuello levantado y con ojos desvergonzados. Cuando andan van danzando, y sonando los pies.

b. 3:17  Por tanto, el Señor raerá la cabeza de las hijas de Sión. Y Jehová descubrirá sus vergüenzas.

c. 3:18  Aquel día quitará el Señor el atavío del calzado, el adorno del cabello y del cuello.

d. 3:19  Los collares, los pendientes y los brazaletes.

e. 3:20  Los Tocados, los atavíos de las piernas, los partidores del pelo, las toallas de olor y los zarcillos.

f. 3:21  Los anillos, y los joyeles de las narices.

g. 3:22  Las ropas de gala, las matas, los velos, las bolsas.

h. 3:23  Los espejos, el lino fino, las gasas y los tocados.

i. 3:24  En lugar de los perfumes aromáticos tendrá hediondez. Cuerda en lugar de cinturón. La cabeza rapada en lugar de arreglo del cabello. En lugar de ropa de gala, vestidos de luto. Y quemadura de la piel en vez de hermosura.

j. 3:25  Tus varones caerán muertos traspasado con la espada, y se agotará tu fuerza en la guerra.

k. 3:26  Junto a sus puertas se entristecerán, se afligirán. Se sentirán desamparados, y se sentarán en la tierra desolada.

“Les explica Dios que el Juicio se hará a todo hombre y mujer de Jerusalén. Por haberse enorgullecido, y andar sin vergüenza. Comportándose, realizando y cometiendo actos, peor que Sodoma y Gomorra. Por eso les dice: En lugar de hermosura, buena apariencia con su vestidura y sus accesorios de belleza. De buen olor fragante y buen atractivo al vestir. Se les quitará todos sus accesorios de vestir y lucir bien. Por sus cabellos también sufrirán, no serán arreglados, ni cortados, sino rasurados. Hediondez en vez de perfumes y aromas. Sus casas quedarán tan destruidas, que no tendrán ni puerta, ni donde sentarse. Irán todos tristes y se sentarán en el suelo. Como se los explica en detalles en estos versos”

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