G. La gloriosa entrada a Jerusalén del salvador.
1. Jerusalén será
restaurada para su venida.
a. 62:1 Por
amor de Sión no callaré, y por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que salga
como resplandor su justicia, y su salvación se encienda como una antorcha.
b. 62:2 Por
tanto, verán la gente tu justicia, y todos los reyes tu gloria. Te será puesto
un nombre nuevo, que la boca de Jehová nombrará.
c. 62:3 Serás
corona de gloria en la mano de Jehová, y diadema de reino en la mano del Dios
tuyo.
d. 62:4 Nunca
más te llamarán desamparada, ni tu tierra será más desolada. Si no que serás
llamada Hefzi-bá, y tu tierra, Beula. Porque el amor de Jehová estará en ti, y
tu tierra será desposada.
e. 62:5 Porque
como el joven se desposa con la virgen, se desposarán contigo tus hijos. Como
el gozo del esposo con la esposa, así se gozará contigo el Dios tuyo.
f. 62:6 Sobre
tus muros, oh Jerusalén, he puesto guardas. Todo el día y toda la noche no
callarán jamás. Los que se acuerdan de Jehová, no reposen.
g. 62:7 Ni le
des tregua, hasta que restablezca a Jerusalén, y la ponga por alabanza en la
tierra.
2. El momento
de entrar el salvador a Jerusalén.
a. 62:8 Juró
Jehová por su mano derecha, y por su poderoso brazo: Que jamás daré tu trigo
por comida a tus enemigos, ni beberán los extraños, el vino que es fruto de tu
trabajo.
b. 62:9 Si no
que los que lo cosechan lo comerán, y alabarán a Jehová. Y los que lo comercian,
lo beberán en los atrios de mi santuario.
c. 62:10 Pasen,
pasen por las puertas. Barran el camino para pasar el pueblo. Allanen, allanen
la calzada, quiten las piedras. Alza pendón en los pueblos para anunciar su
venida.
d. 62:11
Jehová proclamó hasta lo último de la tierra: Digan a la hija de Sión: Pronto,
viene tu Salvador. Con él su recompensa, y delante de él su obra.
e. 62:12 Les
llamarán Pueblo Santo, Redimidos de Jehová. Y a ti te llamarán Ciudad Deseada,
no desamparada.
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