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Capítulo 29

B.  Jerusalén destruida, humillada, aterrada y cegada.

1. Israel será sitiada con murallas y campamento.

a. 29:1 ¡Ay de Ariel, de Ariel, ciudad donde habitó David! Pasará un año tras otro. Las fiestas sigan su curso.

b. 29:2 Pero yo pondré a Ariel en dificultades, será desconsolada, triste. Será que me sentiré como Ariel.

c. 29:3 Porque acamparé contra ti alrededor. Estaré acampando, te sitiaré y levantaré contra ti murallas.

2. Israel será humillada y derribada.

a. 29:4 En ese tiempo, serás humillada, hablarás derribada en la tierra, y tu habla saldrá del polvo. Será tu voz de la tierra, como la de un fantasma. Tú hablarás susurrando debajo del polvo de la tierra.

b. 29:5 La muchedumbre de tus enemigos, será, como polvo menudo, y la multitud de los fuertes, como paja que pasa. Será repentinamente, en un momento.

3. Sufrirá el terror de sus enemigos.

a. 29:6 Por Jehová de los ejércitos serás visitada con truenos, con terremotos y con gran ruido. Con tormentas y tempestad. Y te consumirán las llamas de fuego.

b. 29:7 Será como una pesadilla, un sueño de visión nocturna. La multitud de todas las naciones que pelean contra Ariel. Todos los que pelean contra ella y su fortaleza. Y los que la ponen en dificultades.

c. 29:8 Les sucederá como el que tiene hambre y sueña. Le parece que come, pero cuando despierta, su estómago está vacío. Como el que tiene sed y sueña. Le parece que bebe, pero cuando despierta, se halla cansado y sediento. Así será la multitud de todas las naciones que pelearán contra el monte de Sión, no se cansarán.

4. La ceguera del pueblo.

a. 29:9 Deténganse y maravíllense. Escandalicen y sean ciegos. Embriáguense, no de vino. Tambaléate, y no de sidra.

b. 29:10 Porque Jehová, ha permitido que ustedes no escuchen. Oigan con pesades y con sueño. Cerró los ojos de sus profetas. Para que no vean. Puso velo sobre las cabezas de sus videntes.

c. 29:11 Les será toda visión como las palabras de un libro sellado. El cual, si diesen al que sabe leer, y le dijesen, lee esto, él dirá: No puedo, porque está sellado.

d. 29:12 Si se diese el libro al que no sabe leer, diciéndole, lee esto, él dirá: No sé leer.

5. Causa de la ceguera del pueblo.

a. 29:13 El Señor Dice, por cuanto: Este pueblo se acerca a mí, con su boca, y con sus labios me honra. Pero su corazón está lejos de mí. Y no tienen temor de mí. Siguen a un mandamiento de hombres, que les ha sido enseñado. Mar 7:6.

C. A pesar de su incredulidad, y maldad, Dios los salvará.

1. Les irá mal, a los que creen que Jehová es sordo, mudo y ciego.

a. 29:14 Por consiguiente, yo nuevamente excitaré la admiración de este pueblo. Con un prodigio grande y espantoso. Porque, desaparecerá la sabiduría de sus sabios. Y desaparecerá la inteligencia de sus entendidos.

b. 29:15 ¡Ay de los que se esconden de Jehová, encubriendo el consejo, y sus obras están en tinieblas, diciendo: ¿Quién nos ve, y quién nos conoce?

c. 29:16 La perversidad de ustedes, verdaderamente será reprochar, como en el caso del barro al alfarero. Pero ¿Acaso la obra del alfarero le dirá a su hacedor: ¿Tú no me has hecho? ¿Dirá la vasija de aquel que la ha formado?: ¿De qué forma mes has hecho tú?

d. 29:17 ¿No se transformó, en poco tiempo el campo del Líbano? ¿En un campo fructífero? Después con el tiempo, este campo fértil, ¿no será un bosque?

2. Se abrirán los ojos, verán, y comprenderán.

a. 29:18 En aquel tiempo los sordos oirán las palabras del libro, y los ojos de los ciegos verán en medio de la oscuridad y de las tinieblas.

b. 29:19 En ese momento, los humildes crecerán en alegría en Jehová, y aun los más pobres de los hombres se gozarán en el Santo de Israel.

3. Su justicia prevalecerá.

a. 29:20 Porque el violento será acabado, y el escarnecedor será consumido. Serán destruidos todos los que se desvelan para hacer iniquidad,

b. 29:21 Los que hacen pecar al hombre en palabra. Los que arman lazo, al que los reprendía en la puerta. Y pervierten la causa del justo con vanidad.

4. Para siempre es su promesa de salvación a Israel. 

a. 29:22 Por tanto, Jehová, que redimió a Abraham, dice así a la casa de Jacob: No será ahora avergonzado Jacob, ni su rostro se pondrá pálido.

b. 29:23 Porque verá a sus hijos, obra de mis manos en medio de ellos, que santificarán mi nombre. Y santificarán al Santo de Jacob. Y temerán al Dios de Israel.

    c. 29:24 Los extraviados de espíritu, aprenderán inteligencia, y los murmuradores aprenderán doctrina. 

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