Capítulo 41.
D. Juicio a Israel por su idolatría.
1. Reconoce a
Jehová es quien te da la fuerza, no el ídolo.
a. 41:1 Escúchenme,
costas, y esfuércense los pueblos. Acérquense, y hablen. Juntos, estemos a
cuenta en juicio.
b. 41:2 ¿Quién
despertó del oriente al justo, lo llamó para que le siguiese, y entregó delante
de él a las naciones? Le hizo enseñorearse de los reyes. Y a estos los entregó en
su mano; con la espada, los dejo como polvo. Cómo basura que su arco arrebata.
c. 41:3 Los
siguió, pasó en paz. Por un camino por donde nunca sus pies habían entrado.
d. 41:4 ¿Quién
hizo y realizó esto? ¿Quién llama las generaciones desde el principio? Yo
Jehová, el primero. Y Yo mismo con los postreros.
e. 41:5 Las
costas vieron, y tuvieron temor. Los confines de la tierra se espantaron. Se reunieron
y vieron.
f. 41:6 Cada
cual ayudó a su vecino, y a su hermano dijo: Esfuérzate.
g. 41:7 En la
fabricación del ídolo, el carpintero animó al platero, y el que alisaba con
martillo al que batía en el yunque, diciendo: Buena está la soldadura. Lo
afirmó con clavos. Para que no se moviese.
2. La promesa
a Israel ante la vanidad de su idolatría.
a. 41:8 Pero
tú, Israel, siervo mío, eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de
Abraham, mi amigo.
b. 41:9 Porque
te tomé de los confines de la tierra. Y de tierras lejanas te llamé. Te dije:
Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché.
c. 41:10 No
temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios, que te doy fuerzas.
Siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
d. 41:11 Mira,
que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos. Serán
como nada, y perecerán los que contienden contigo.
e. 41:12
Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como
nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra.
f. 41:13
Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice:
No temas, yo te ayudo.
g. 41:14 No
temas, gusano de Jacob, oh ustedes los pocos de Israel. Yo soy tu socorro, dice
Jehová. El Santo de Israel es tu Redentor.
3. La promesa perdurable
a Israel.
a. 41:15 Mira,
que yo te he colocado por trillo, trillo nuevo, lleno de dientes. Trillarás los
montes, los molerás, y los collados reducirás como broza.
b. 41:16 Los arrojarás,
y los llevará el viento. Los esparcirá el torbellino. Pero tú te regocijarás en
Jehová, te gloriarás en el Santo de Israel.
c. 41:17 Los
afligidos y menesterosos buscarán las aguas. Pero no la encontrarán. Su lengua estará
seca de sed. Yo Jehová los oiré. Yo el Dios de Israel no los desampararé.
d. 41:18 En
las alturas le abriré ríos, y fuentes en medio de los valles. Abriré en el
desierto estanques de aguas. Manantiales de aguas en la tierra seca.
e. 41:19 Daré
en el desierto cedros, acacias, arrayanes y olivos. Pondré juntos en la soledad
del desierto, a los cipreses, a los pinos y bojes.
f. 41:20 Para
que vean y conozcan. Adviertan y comprendan todos, que la mano de Jehová hace
esto. Y que el Santo de Israel lo creó.
g. 41:21 Alégrense
por esta causa, dice Jehová. Presenten las pruebas de esto, dice el Rey de
Jacob.
4. Anuncien el
porvenir de la tierra.
a. 41:22
Traigan, anúnciennos lo que ha de venir; dígannos lo que ha pasado desde el
principio. Y pondremos nuestro corazón en ello. Sepamos también su futuro. Y entendamos
su porvenir.
b. 41:23 Digan
y anuncien lo que sucederá después. Para que sepamos que ustedes son dioses. Al
menos hagan bien, o mal. Para que tengamos qué contar, y juntamente nos
maravillemos.
c. 41:24 Mira
que ustedes son nada, y sus obras vanidad. Abominación es el que los escogió.
d. 41:25 Del
norte levanté a uno, y vendrá. Del nacimiento del sol invocará mi nombre. Pisoteará
príncipes como lodo, y como pisa el barro el alfarero.
5. Jehová es
el creador y los Ídolos son vanidad.
a. 41:26
¿Quién lo anunció desde el principio en los tiempos anteriores, para que lo sepamos?
Y digamos: ¿Es justo? Cierto, no hay quien anuncie. Sí, no hay quien enseñe;
ciertamente no hay quien oiga nuestras palabras.
b. 41:27 Yo
soy el primero que he enseñado estas cosas a Sión, y a Jerusalén daré un
mensajero de alegres noticias.
c. 41:28 Miré,
y no había ninguno. Pregunté de estas cosas, y no hubo ningún consejero. Les
pregunté, y no respondieron palabra.
d. 41:29 Mira,
todos son vanidad, y las obras de ellos nada. Viento y vanidad son sus imágenes
fundidas.
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