Capítulo 40
XIX. La promesa de Dios de su
salvación.
A. El mensajero de Dios y el mensaje de Juan el Bautista.
1. Anuncien el tiempo del
cumplimiento de la promesa.
a. 40:1
Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice su Dios.
b. 40:2 Hablen
al corazón de Jerusalén; díganle en voz alta, que su tiempo se ha cumplido. Su
pecado es perdonado; que doble ha recibido, de la mano de Jehová, por todos sus
pecados. 35:4.
2. Juan el
Bautista prepara el camino del Señor.
a. 40:3 Voz
que clama en el desierto: Construyan el camino a Jehová. Aplanen las calzadas de
la tierra desolada a nuestro Dios.
3. Anuncio de
la manifestación de la gloria de Dios.
a. 40:4 Rellenen
los caminos hacia los valles. Los montes y collados sean cortados y emparejados.
Los caminos torcidos enderezarlos, y los ásperos allánenlos.
b.
40:5 Se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá. Porque
la boca de Jehová lo ha hablado.
4. Las
palabras anunciadas por Juan el Bautista.
a. 40:6 Oí una
voz que decía: Alza la voz. Y yo respondí: ¿Qué tengo que decir? Que toda carne
es hierba, y toda su gloria como flor del campo.
b. 40:7 La
hierba se seca, y la flor se marchita. Porque el viento de Jehová sopló en ella.
Ciertamente como hierba es el pueblo.
c. 40:8 Se
seca la hierba, y se marchita la flor. Pero la palabra del nuestro Dios,
permanece para siempre.
5. El lugar
donde estará anunciado Juan el Bautista.
a. 40:9 Súbete
sobre un monte alto, anuncia a Sión. Alza fuertemente tu voz, anuncia a
Jerusalén. Álzala, no temas. Di a las ciudades de Judá: ¡Ve aquí está Dios!
B. Él vendrá con poder.
1.
El buen pastor vendrá con poder.
a.
40:10 Mira, que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará. Mira,
que él viene con su recompensa. Miraran su rostro. Él
paga a Dios nuestra deuda. En la
consumación de su obra.
2. Comprensión
de su creador.
a. 40:12
¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su palmo, con
tres dedos juntó el polvo de la tierra, ¿pesó los montes con balanza y con
pesas los collados?
b. 40:13
¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole?
c. 40:14 ¿A
quién pidió consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, o
le enseñó ciencia, o le mostró la senda de la prudencia?
3. Comprensión
de la grandeza de Dios creador.
a. 40:15 Fijate,
que las naciones le son como la gota de agua, que cae en el cubo. Como menudo
polvo en las balanzas le son estimadas. Mira, que hace desaparecer las islas
como polvo.
b. 40:16 Ni las
plantas del Líbano bastará para el fuego, ni todos sus animales para el
sacrificio.
c. 40:17 Como
nada son todas las naciones delante de él. Comparadas con él serán estimadas en
menos que nada. Son como lo que no es.
C. El poder y la grandeza de Dios.
1. Dios no se
compara con nada, ni nadie.
a. 40:18 ¿A
qué, por tanto, harás semejante a Dios? ¿Para fabricarle una imagen, con qué
imagen lo compararas?
b. 40:19 El
artífice prepara la imagen de talla, el platero le extiende el oro y le funde
cadenas de plata.
c. 40:20 El
pobre escoge, para ofrecerle, madera que no se apolille. Se busca un maestro
sabio, que le haga una imagen de talla que no se mueva.
2. El círculo
de la tierra.
a. 40:21 ¿No
saben? ¿No han oído? ¿Nunca se lo han dicho desde el principio? ¿No han sido
enseñados, desde que la tierra se fundó?
b. 40:22
Él está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como
langostas. Él extiende los cielos como una cortina. Los despliega como una
tienda para vivir.
c. 40:23 Él
convierte en nada a los poderosos, y a los que gobiernan la tierra hace como
cosa vana.
d. 40:24 Como
si nunca hubieran sido plantados, como si nunca hubieran sido sembrados, como
si nunca su tronco hubiera tenido raíz en la tierra. Tan pronto como sopla en
ellos se secan. Y el torbellino los lleva como basura.
3. A Dios no
se puede comparar.
a. 40:25 ¿A
qué, por tanto, me harán semejante o me compararán? Dice el Santo.
b. 40:26
Levanten en alto sus ojos, y miren quién creó estas cosas. Él saca y cuenta su
ejército. A todas llama por sus nombres. Ninguna faltará. Tal es la grandeza de
su fuerza, y el poder de su dominio.
c. 40:27 ¿Por
qué dices, oh Jacob, y hablas tú, Israel: ¿Mi camino está escondido de Jehová,
y de mi Dios pasó mi juicio?
4. Dios es
quien da la fortaleza, él no se cansa.
a. 40:28 ¿No
has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines
de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no
hay quien lo alcance.
b. 40:29 Él sostiene
al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.
c. 40:30 Los
muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen.
d. 40:31 Pero
los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas. Levantarán alas como las
águilas. Correrán, y no se cansarán. Caminarán, y no se fatigarán.
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